La fotografía sirve, entre otros muchos usos prácticos, para testimoniar la vida que nos rodea dejando una huella que pueda leerse en el futuro. Con ese ánimo, tan sencillo como contundente, Leslie Miranda ejerce en Asolar su oficio para constatar el mundo inmediato que habita. Se cuelan en él las preocupaciones cercanas, la ilusión por la crianza de los hijos, la mirada sobre el entorno en el cual las biografías se desarrollan. Este último aspecto, el de ser testigos diarios de la persistente actividad inmobiliaria en el bosque de Placilla en la Región de Valparaíso, conforma la columna vertebral de este fotolibro. Construye un discurso ecologista de baja intensidad, cuya falta de aspavientos lo vuelve inevitablemente cercano y conmovedor. Conscientes de la presencia peligrosa de un cable pelado que atraviesa el territorio y produce descargas eléctricas, se nos invita a un desplazamiento lento y cuidadoso como un paseo en el campo del cual se vuelve con algún pensamiento nuevo y una preocupación en la cabeza. La fotografía se ofrece colectivamente como una herramienta de conciencia que implora por una pausa para pensar frente a las expresiones de voracidad inmobiliaria y el deterioro del entorno inmediato.